Más de 16 millones de peruanos eligieron ayer al sucesor del presidente Alejandro Toledo en una contienda con un final tan incierto como tenso. El nacionalista Ollanta Humala, uno de los tres candidatos principales y hasta hace dos días el favorito en los sondeos, fue abucheado e insultado en su colegio electoral y tuvo que abandonar el local protegido por la fuerza pública.

Perú se ha partido en tres. Junto al indigenista Humala, Lourdes Flores, representante del centroderecha, y Alan García, del Partido Aprista Peruano (socialdemócrata), se disputaron voto a voto la segunda vuelta. Los tres llegaron tan empatados que obliga a esperar al escrutinio oficial. Los dos que pasen a la segunda vuelta volverán a competir entre la última semana de mayo y la primera de junio.

MENSAJE DE TOLEDO Desde muy temprano, el nerviosismo se apoderó del país y no faltaron las llamadas a no empañar la jornada. Hasta el presidente Toledo apareció en televisión exhortando a a votar de manera "reflexiva". Toledo pidió a los peruanos que rechacen las propuestas que representen el autoritarismo, el terror y la inestabilidad. "Asegúrate de que la libertad de expresión, los derechos humanos y la independencia de poderes no se trunquen", dijo el mandatario. Humala se dio por aludido y acusó a Toledo de intervenir en las elecciones.

El excomandante, a quien un sector de la sociedad --los postergados de siempre-- ve como una suerte de hombre providencial, mientras que otros lo pintan como la reencarnación del venezolano Hugo Chávez, vivió ayer en carne propia la polarización que provoca su nombre. Humala votó en el barrio de Surco, donde vive parte de una clase media y alta que lo esperó en la Universidad Ricardo Palma al grito de "asesino, asesino". El candidato de Unión por el Perú (UPP) tuvo que esperar más de media hora para abandonar el lugar. Y cuando lo hizo, fuertemente custodiado, arreciaron los golpes en su entorno y volaron objetos contundentes. El episodio fue repudiado por sus adversarios y él calificó el incidente de "acto fascista y emboscada premeditada".

La discusión se centró en cómo sacar de la pobreza a más de la mitad de los habitantes de un país que ha crecido un 25% en cinco años. Pero las recetas no son las mismas. Flores y García se han mostrado más favorables a que Perú apruebe su acuerdo de libre comercio con EEUU. Humala es contrario.