El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió ayer de que un nuevo conflicto en la región de Oriente Próximo no va «en interés de nadie» y urgió a Teherán a abstenerse de responder con «más violencia y provocaciones». Stoltenberg eludió hablar del asesinato del general iraní Qasim Soleimani el pasado viernes durante un ataque con drones comandado por el Ejército de Estados Unidos en el aeropuerto de Bagdad que ha sacudido el tablero geopolítico y amenaza la seguridad en toda la región.

«Fue una decisión de Estados Unidos, no de la coalición o de la OTAN, pero todos los aliados están preocupados por las actividades desestabilizadoras en la región y los ataques contra infraestructuras energéticas en Arabia Saudí o bases de la coalición en Irak», se limitó a responder al ser preguntado sobre su opinión sobre el asesinato tras una reunión de emergencia celebrada por los 29 embajadores de la Alianza Atlántica.

Stoltenberg explicó que oficiales del Pentágono y de la Administración de Donald Trump informaron durante el encuentro de los motivos de la operación aunque ha eludido comentar públicamente los detalles o explicar si algún país aliado ha criticado la decisión de Estados Unidos. «En la reunión hemos visto una gran unidad de todos los aliados en la lucha contra el terrorismo», zanjó el político noruego tras un encuentro que también sirvió para confirmar la suspensión de la misión de entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquís debido a la escalada de la tensión.

«En todo lo que hacemos la seguridad de nuestro personal es primordial. Por el momento hemos suspendido el entrenamiento sobre el terreno. Estamos tomando todas las precauciones necesarias para proteger a nuestra gente, pero la OTAN está preparada para continuar en cuanto la situación lo permita», explicó sobre una misión de entrenamiento de las fuerzas locales que arrancó en el 2018 y que cuenta con el aval del Ejecutivo de Bagdad.

Y de momento no es el caso debido a las «actividades desestabilizadoras» de Irán en la región, como es considerado el reciente ataque contra instalaciones energéticas saudís o el derribo de un dron estadounidense, que exigen, a juicio de los países aliados, contención y una rebaja de la tensión. «Irán debe abstenerse de más violencia y provocaciones», urgió Stoltenberg, que aseguró que todos los países están «de acuerdo en que Irán nunca debe obtener armas nucleares». «Compartimos la preocupación por las pruebas de Irán con misiles y estamos unidos en condenar el apoyo de Irán a diferentes grupos terroristas».

La reunión de embajadores de la OTAN no es la única cita de emergencia sobre Irán que se vivirá en Bruselas esta semana. La preocupación sobre una posible escalada y las consecuencias para la región, tal y como han manifestado los líderes de Alemania, Francia y Reino Unido en un comunicado conjunto suscrito ayer, es máxima y el alto representante para la política exterior de la UE, Josep Borrell, anunció la convocatoria de un consejo de ministros de exteriores de la UE extraordinario este viernes.

El petróleo modera la subida / El petróleo Brent, de referencia en Europa, alcanzó en la jornada de ayer los 70 euros, aunque moderó su subida hasta los 68 euros a lo largo de la jornada. Las tensiones geopolíticas entre EEUU e Iran por el asesinato del general irnaní, Qassen Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, en el aeropuerto de Bagdad (Irak), se vieron ayer matizadas por diferentes datos macroeconómicos positivos -como la actividad del sector privado en Europa- que permitieron al crudo moderar sus escalada y los mercados de renta virabais pudieran cerrar con ligeras pérdidas tras una jornada movida.

Las bolsas europeas se movieron a la baja, aunque con moderación, pero sigue el movimiento hacia los activos refugio. La cotización de la onza de oro se situó en niveles de abril del 2013 ayer, alrededor de 1.575 dólares con una revalorización que rondaba el 1,5% sobre la sesión anterior, según datos del mercado.