Estados Unidos y el comandante supremo de la OTAN, el general John Craddock, intentarán obtener hoy un respaldo de los demás aliados para involucrar a las tropas de la Alianza Atlántica en la lucha contra el narcotráfico en Afganistán. EEUU y Craddock argumentan que los grupos talibanes obtienen cada año más de 60 millones de dólares del narcotráfico para financiar la compra de armas y pagar a sus guerrilleros.

España, Alemania, Francia, Italia y Bélgica rechazan la idea. Estiman que la erradicación de uno de los pocos cultivos que son una fuente de ingresos de la población rural contribuirá a enajenar el ya frágil apoyo de la población a las fuerzas de la OTAN.