Los ministros de Defensa de los 28 países de la OTAN se han comprometido en Bruselas a no abandonar Afganistán a su suerte tras la finalización de la retirada escalonada de las actuales fuerzas internacionales de pacificación (ISAF) prevista para el 2014.

La Alianza Atlántica planea mantener en el país asiático al menos una misión de formación y adiestramiento de las fuerzas de seguridad afganas más allá del 2014, ha explicado el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen, tras concluir la segunda y última jornada del Consejo de Ministros de Defensa celebrado en la capital belga. “Es prematuro plantearse si hará falta mantener también unidades de combate”, ha añadido Rasmussen.

Rasmussen ha intentado minimizar el recrudecimiento de la violencia y el incremento de los ataques de los grupos talibanes, incluso en la propia capital, Kabul, desde que las fuerzas internacionales iniciaron su proceso de retirada. “No dejemos que unos ataques espectaculares ensombrezcan el incremento de la seguridad registrado”, ha señalado Rasmussen.

La cesión de la responsabilidad de la seguridad a las autoridades afganas en seis provincias desde el pasado julio “ha sido un gran éxito” y ese proceso “continuará”, ha asegurado Rasmussen.

España mantiene sin cambios su plan de retirada de sus soldados de Afganistán, ha explicado la ministra de Defensa, Carme Chacón. Durante la primera mitad del 2012, España retirará el 10% de sus 1.523 soldados.

En el primer semestre del 2013 se habrá retirado ya el 40% de los efectivos y en el 2014 abandonarán el país los últimos soldados españoles.

La OTAN confía también en que “pronto” podrá dar por concluida su misión en Libia, pero los aliados mantendrán sus ataques contra las fuerzas aún leales al depuesto régimen del coronel Muammar Gadafi mientras no depongan sus armas.