Un año sin Benazir Bhutto. Pakistán conmemoró ayer el primer aniversario del asesinato de la exprimera ministra, cuya investigación sigue encallada. Mientras, el país, ahora presidido por su viudo, Asif Alí Zardari, está inmerso en una peligrosa escalada de tensión con la India.

Decenas de miles de paquistanís recordaron con actos y homenajes por todo el país a la fallecida. Bhutto fue asesinada en un atentado en la ciudad de Rawalpindi, vecina a Islamabad, apenas dos meses después de su regreso del exilio. Los actos más destacados tuvieron lugar en el mausoleo de Naudero, en la localidad de Garhi Khuda Bux, donde Bhutto está enterrada, así como en el parque Liaquat de Rawalpindi, lugar del atentado. Hasta la tumba se desplazaron los miembros de la familia Bhutto-Zardari, la cúpula del partido y miles de seguidores, que la cubrieron con pétalos de flores.

GOLPE FATAL La exprimera ministra iba asomada al techo de su vehículo al término de un mitin, cuando tuvo lugar la explosión, perpetrada por un suicida, lo que hizo que se golpeara la cabeza y falleciera, según las investigaciones de Scotland Yard. La prensa paquistaní publicó decenas de anuncios del Gobierno, de partidos políticos, embajadas y empresas en recuerdo de la líder, a la que dedicaron extensos suplementos especiales.

El Gobierno declaró el día como festivo e incrementó las medidas de seguridad en varios puntos del país. Durante la jornada se llevaron a cabo desde debates sobre su figura a minutos de silencio, pasando por marchas, donaciones de sangre o rezos colectivos. Zardari pronunció un discurso en la citada localidad, que se centró en el tenso clima en el que se hallan inmersos la India y Pakistán tras los atentados de Bombay. Nueva Delhi responsabiliza al grupo Lashkar-e-Toiba, con base en Pakistán. "Toda la región sufrirá en caso de guerra. No queremos hablar de guerras o venganza", subrayó con un semblante serio Zardari, quien apostó por el "diálogo" con su vecino como el "camino a seguir". "Las democracias solo pueden hablar con el lenguaje adecuado a otras democracias", afirmó el presidente paquistaní. "La democracia ha triunfado en Pakistán y el país está dispuesto a sacrificar más vidas por ella", apostilló.