Como hizo tras el secuestro del soldado Gilat Shalit en Gaza hace casi un año, Israel recurrió ayer una vez más a los arrestos masivos de prominentes miembros del brazo político de Hamás. Una medida destinada a presionar al grupo fundamentalista para que detenga el lanzamiento sobre Israel de sus "absurdos proyectiles", como definió ayer el presidente palestino a los Qasam.

Durante la redada nocturna en Cisjordania, el Ejército capturó a 33 dirigentes, incluidos tres diputados, cinco alcaldes y un ministro, el de Educación, Naser Shaer. El Gobierno de coalición palestino condenó la operación, que calificó de "asesinato de la democracia", y pidió a la comunidad internacional que "imponga sanciones a Israel por violar el derecho internacional".

ANTECEDENTES Estas detenciones son el penúltimo eslabón del nuevo episodio de guerra total contra los islamistas. Pero no son nuevas. En otoño del 2005, Israel arrestó a buena parte de los candidatos de Hamás a las elecciones municipales en Cisjordania. Y a finales de junio del año siguiente detuvo y encarceló al menos a 60 de sus dirigentes, incluido un tercio de los ministros de su entonces Gobierno monocolor y el presidente del Parlamento, Abdelaziz Dueik. Todos ellos siguen en prisión.

Esta vez tampoco parece que el "mensaje a las organizaciones militares" palestinas para que "cesen de disparar cohetes contra la población civil", como explicó el ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, vaya a surtir efecto. El brazo militar de Hamás anunció que continuarán los ataques: "Tenemos las manos libres para actuar en cualquier lugar de Palestina", territorio que en su visión maximalista incluye a Israel.

CONDENA DE SOLANA La escalada en la que han entrado ambos bandos desde hace 12 días, en los que han muerto 37 palestinos y un israelí, fue condenada por el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, de gira en la región. Tanto los cohetes palestinos como las "reacciones israelís", dijo desde Ramala, "deben detenerse". EEUU se limitó a expresar "su preocupación".

Mientras, el presidente palestino, Mahmud Abbás, negocia desde hace unos días con todas las facciones palestinas la restauración de la tregua. Sin embargo, las condiciones que estas exigen --que sea bilateral y válida no solo en Gaza, sino también en Cisjordania-- tienen pocos visos de ser aceptadas por Israel.

Mientras, su Ejército sigue atacando la franja de Gaza. Ayer bombardeó dos posiciones de la policía de Hamás y un vehículo en el que iban sus miembros. Gaza también fue atacada desde el mar. Y un obús acabó con otro civil, un pescador palestino.