Boris Johnson ha perdido el control del brexit y puede tener que retornar a Bruselas para pedir una nueva ampliación del Artículo 50, la tercera que solicitaría el Reino Unido, hasta el 31 de enero. El primer ministro sufrió ayer dos nuevas derrotas en la Cámara de los Comunes. En otra jornada maratoniana de debates y votaciones, los diputados de la oposición, apoyados por rebeldes expulsados del Partido Conservador, sacaron adelante una ley para frenar la estrategia de Johnson y prevenir que el Reino Unido se marche de la Unión Europea sin acuerdo. La propuesta obtuvo 327 votos a favor, frente a 299 en contra.

Ya en una votación preliminar había sido aprobada por un margen similar, 329 votos . El primer ministro se disponía a perder, además, ya entrada la noche, la moción que presentó solicitando la celebración de elecciones anticipadas el próximo mes. Johnson pide ir a las urnas el 15 de octubre, pero la fecha de esos comicios está en manos del líder laborista, Jeremy Corbyn, que la rechazó y calificó la petición de «cáliz envenenado».

La ley del brexit aprobada marca al Gobierno un plazo, hasta el 19 de octubre, para lograr un acuerdo. Si esa fecha se rebasa sin pacto, el primer ministro deberá pedir una ampliación a la Unión Europea de tres meses. En caso de que la UE proponga una fecha diferente, los diputados tendrán dos días para aprobar o rechazarla. «La Cámara ha hablado», declaró el laborista Hilary Benn en cuyo nombre se había presentado la propuesta. «Si la otra Cámara (los Lores), aprueba la ley, le digo al primer ministro que esta Cámara espera que respete la ley, cumpla con la obligación que implica y evite que este país se marche de la Unión Europea, el 31 de octubre sin acuerdo». La respuesta de Johnson fue: «Me niego a pedir un nuevo retraso».

El primer ministro bautizó despectivamente la legislación como «la ley de rendición» ante Bruselas, un término que repitió en varias ocasiones durante la primera sesión de control, previa al debate. «Este gobierno va a lograr un acuerdo y vamos a suprimir el backstop y a lograr un acuerdo que esta Cámara pueda aprobar», afirmó. Solo se interpone en nuestro camino la ley de rendición, que va a provocar más retraso».

El encargado del brexit, el laborista Keir Starmer, le reprochó el uso de ese término peyorativo, que calificó de «miserable desprecio». También negó que el Gobierno estuviera haciendo progresos como presume Johnson. «A través de la Unión Europea todo el mundo dice que no se ha presentado propuesta alguna».

El proyecto de ley fue enviado inmediatamente a la Cámara de los Lores, donde miembros afines al Gobierno tratarán de torpedearlo con la presentación de un centenar de enmiendas a debate. Tal ridículo número tiene por objeto consumir el tiempo e impedir completar el trabajo. La aprobación debe estar lista el lunes, antes del cierre del Parlamento el martes. Ante el intento de boicot, algunos vetustos miembros de la Cámara Alta dispuestos a sacar adelante la ley a tiempo, llegaron al palacio de Westminster con sacos de dormir, una muda, y vituallas, para resistir las noches que haga falta. Desde el equipo de Johnson se advirtió que cualquier conservador que vote contra el Gobierno será expulsado del partido, como ya ocurrió el martes con 21 diputados rebeldes.

ELECCIONES / Inmediatamente después de perder la votación, Johnson presentó la moción para la celebración de unas elecciones anticipadas, su única vía de escape del laberinto en el que se ha metido. Sería la tercera vez que los británicos van a las urnas en los últimos cinco años. «No quiero elecciones, el público no quiere elecciones, pero esta Cámara no me ha dejado otra opción». Johnson defendió la celebración de los comicios porque «es completamente imposible que este Gobierno pueda funcionar».

Elecciones anticipadas habrá sin duda, pero cuándo y en qué circunstancias es algo que los laboristas, divididos sobre el asunto, estudian cuidadosamente. Los británicos también se preparan. Más de 100.000 personas, en su mayoría jóvenes, se han inscrito en 48 horas en el registro para poder votar.