Pasar el arco de seguridad a la primera en los aeropuertos se está convirtiendo en una prueba solo superable para los precavidos y bien informados. Desde ayer y hasta nueva orden, compañías aéreas de todo el mundo con aviones destinados a Estados Unidos y el Reino Unido --Iberia entre ellas-- no permiten subir ninguna sustancia líquida al avión en el equipaje de mano, que deberá limitarse a una bolsa, preferiblemente transparente, en cuyo interior solo se podrán llevar cosas imprescindibles para el trayecto.

Las autoridades británicas informaron ayer por la mañana de que los terroristas pretendían atentar contra 10 aviones en pleno vuelo con explosivos líquidos, por lo que se prohibió entrar en los aparatos cualquier sustancia de este tipo o incluso gelatinosa (pasta de dientes o gomina). Todos esos frascos (de bebidas, champús, lociones...) se deben facturar desde ayer con el equipaje para que vuelen en la bodega del avión, lejos de la manipulación de los terroristas.

NI AGUA NI PERFUME La elección de los explosivos líquidos por parte de los criminales puede interpretarse como un éxito de las medidas de seguridad tomadas tras los atentados del 2001 en EEUU, que aparentemente han sellado los aeropuertos a los explosivos tradicionales.

Esta nueva norma sorprendió ayer a miles de viajeros, acostumbrados a cargar en la mochila o el bolso decenas de cosas y, sobre todo, botellas de bebida, tras la reciente decisión de algunas compañías aéreas de no convidar a los pasajeros con un refresco. También se quedaron en tierra miles de botes de perfume y alcohol, productos cuya venta se prohibió, a petición de Estados Unidos, en las tiendas sin impuestos de los aeropuertos para los pasajeros con destino al país norteamericano. Los que vuelen a otros países sí podrán comprarlos y llevarlos en su equipaje de mano, pero estarán sometidos a registros, según explicó la gestora de los aeropuertos británicos.

PROBAR EL POTITO Y LA LECHE Y, en el caso de los potitos y la leche para bebés, los adultos tuvieron que probar un poco delante de las fuerzas de seguridad para descartar que fuera cualquier sustancia peligrosa, un requerimiento que dio para algunas instantáneas curiosas. También fueron examinadas con cuidado las medicinas --que a partir de ahora se aconseja acompañar con la receta a nombre del viajero-- y los kit médicos, como los que deben llevar los diabéticos.

Además, quien vuele con tránsito en algún aeropuerto del Reino Unido no podrá facturar a destino final, sino que deberá recoger su equipaje en la escala, pasar los controles de inmigración y facturar de nuevo.