El presidente de México, Enrique Peña Nieto, salió hoy del hospital en que el miércoles pasado fue sometido a una cirugía para retirarle un nódulo tiroideo y dijo que se siente "muy bien y con mucho ánimo" y que está "más que puesto" para reanudar sus actividades.

En breves declaraciones a la prensa a su salida del Hospital Central Militar de México, Peña Nieto agradeció a las personas que "a través de distintos medios expresaron su interés y sobre todo su preocupación" por su estado.

Permanecerá el fin de semana en la residencia presidencial de Los Pinos, según dijo y expresó su confianza en que la próxima semana ya estará "integrado completamente" a sus tareas normales.

La salida del presidente del hospital estaba programada inicialmente para el viernes, pero se prolongó un día más "por recomendación médica", según anunció ayer el propio Peña Nieto.

A su vez, la Presidencia mexicana indicó que el motivo del aplazamiento de su salida se debió la necesidad de continuar el drenaje de la zona de la extirpación.

Peña Nieto, de 47 años, fue sometido el miércoles pasado a una cirugía en la que le extirparon un tumor en la glándula tiroides, alojada en la base del cuello.

La operación fue considera un "éxito" por el general brigadier Juan Felipe Sánchez, quien estuvo al frente del equipo médico, ya que el tumor resultó benigno y los nervios que mueven las cuerdas vocales quedaron intactos, por lo que la voz del mandatario no se vio afectada.

Un día después de la intervención quirúrgica, el presidente declaró el viernes que la convalecencia no le había impedido estar pendiente de lo que ocurre en el país ni inhabilitado para tomar decisiones.