La Audiencia Territorial de Düsseldorf condenó hoy con penas de hasta 12 años a los cuatro islamistas del desarticulado "Cuarteto del Sauerland" que en 2007 planearon una "monstruosa amenaza" terrorista en Alemania, según afirmó el presidente del tribunal, Ottmar Breidling. Los alemanes conversos al Islám Daniel Schneider y Fritz Gelowicz fueron condenados a doce años de prisión por pertenencia a una organización terrorista y por conspiración para planear asesinatos masivos. Los germano-turcos Adem Yilmaz y Atilla Selek fueron sentenciados a once y cinco años, respectivamente.

En el caso de Selek sólo se le consideró culpable de un delito de colaboración con un grupo terrorista. A Schneider se le atribuyó además el delito de intento de asesinato contra un policía, puesto que durante su detención le arrebató el arma a uno de los agentes. La banda fue desarticulada en septiembre de 2007 después de que, tras una vigilancia de varias semanas, los servicios secretos constataran que habían reunido hasta 730 kilogramos de material explosivo y temieran un atentado inminente.

Tras un proceso de diez meses, en el que se ha escuchado a 60 testigos y a 12 expertos y se han recopilado 1.200 páginas con la confesión de los islamistas, el presidente del tribunal determinó que los cuatro acusados actuaron motivados por la "obcecación" y por sus "ideas equivocadas" así como por su "odio a todos los infieles". Schneider, Gelowicz y Yilmaz fueron detenidos en Alemania en 2007 mientras preparaban artefactos explosivos con el material reunido, mientras que Selek fue apresado posteriormente en Turquía.

Los cuatro admitieron durante el juicio que fueron entrenados en un campo de Al Qaeda, en Waziristán, y que actuaban por orden de la Unión de la Yihad Islámica (IJU), vinculada a esa organización terrorista. Según las pesquisas policiales, el grupo tenía entre sus objetivos potenciales varias discotecas frecuentadas por soldados estadounidenses, la base militar norteamericana de Ramstein (oeste de Alemania) y un aeropuerto. Schneider, de 24 años y considerado el cabecilla del grupo reconoció durante el proceso que había recibido órdenes de perpetrar ataques de proporciones similares a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos con los que presionar para que Alemania retirara a su ejército de Afganistán.

La Fiscalía reclamó penas de entre cinco y trece años de cárcel para los acusados mientras que la defensa pidió que la condena máxima se rebajara por debajo de los diez años, por considerar que los cuatro estaban estrechamente vigilados por los servicios secretos y no llegó a existir un "peligro real" de atentados. El fiscal Volker Brinkmann sostuvo durante el juicio que los cuatro acusados actuaron movidos por el fanatismo religioso y el odio al Ejército de EEUU y que asumían la posibilidad de que en sus atentados muriesen mujeres y niños inocentes.

Las confesiones facilitadas voluntariamente por los acusados han reducido el proceso en casi un año pero aún así se trata de uno de los mayores procesos judiciales por terrorismo de Alemania. Durante el mismo, los detenidos han dado sucesivas muestras de arrepentimiento y se han desvinculado del terrorismo. Gelowicz, de 30 años, anunció la semana pasada su decisión de no volver a formar parte de una asociación terrorista. También Schneider y Selek, 25 años, calificaron su participación en la preparación de los atentados de "error".

"Ese camino era incorrecto y estaba basado en reflexiones equivocadas. Debería haber actuado de forma diferente", afirmó Schneider. Desde su incorporación a la misión internacional de la OTAN en Afganistán, Alemania es objeto regular de amenazas terroristas en la que los islamistas, generalmente a través de vídeos, anuncian nuevos atentados, e instan a Berlín a retirar sus soldados de ese país asiático.