Los policías de Seine-Saint-Denis, el departamento donde se iniciaron los altercados el mes pasado, cumplieron ayer sólo con los "servicios mínimos", las urgencias, en protesta por el arresto de un compañero por su participación en la detención violenta de un joven negro, filmada por la televisión, el pasado lunes en un suburbio de París. Ocho policías fueron suspendidos del servicio por "violencias ilegítimas", traducidas en patadas y puñetazos contra el joven, y el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, aseguró que no permitirá "ningún exceso de las fuerzas del orden".

Pero el sindicato policial consideró que el exceso lo cometieron los tribunales, cuya decisión calificó de "incomprensible".

HUELGA DE MINIMOS Por eso, Jér´me Hanarte, del sindicato Alianza 93, aseguró que la huelga de mínimos seguirá hasta que "el compañero esté libre". La policía ya encajó mal la medida adoptada contra ocho agentes, tres de los cuales están fuera de la causa y otros cuatro, bajo control judicial. Para el detenido, Alianza 93 espera "un poco más de clemencia, a tenor del contexto de las violencias urbanas".

El chico agredido fue detenido ayer después de ser identificado como uno de los violentos que lanzaron piedras a los bomberos.