Dos helicópteros, un Black Hawk y un Super Puma, recogieron los restos en la fragata Constitución, que los había recibido en alta mar durante los tres últimos días y los llevó hasta las cercanías de Fernando de Noronha.

Militares cubiertos con delantales verdes, gorros y mascarillas descargaron las bolsas de polietileno que contienen los restos y los depositaron en camillas para llevarlos hasta un camión frigorífico.

Además de los 16 cadáveres que llegaron hoy, otros ocho están a bordo de la fragata Bosísio tras ser recuperados ayer del mar por distintos barcos de la Marina brasileña y la fragata francesa Ventose, con lo cual son 24 los cuerpos rescatados hasta ahora, de un total de 228 ocupantes que llevaba el vuelo AF447 de Río de Janeiro a París.

La fragata Constitución, que participa en las operaciones de búsqueda y rescate en medio del Atlántico, a unos a unos 704 kilómetros de Fernando de Noronha y a 1.296 kilómetros de Recife, llegó hoy a unos 50 kilómetros del archipiélago, donde recibió las aeronaves en su helipuerto.

La operación demoró unas horas más de lo previsto debido a que el mal tiempo en la zona impidió que los helicópteros despegaran antes del alba, como estaba previsto.

Según el comando conjunto de la Fuerza Aérea y de la Marina, los cadáveres serán "catalogados" en Fernando de Noronha por peritos de la Policía Federal, quienes enseguida los embarcarán en un avión con destino a Recife, donde se hará la identificación y entrega de los restos a sus familiares.

En las tareas de identificación deben colaborar con los forenses brasileños varios expertos franceses que llegaron a Recife. Mientras tanto las búsquedas de más cadáveres y restos del avión continúan en alta mar a cargo de una docena de aviones brasileños, cinco barcos de la Marina, la fragata francesa y dos aviones de ese país, a los cuales se sumará esta semana el submarino Emerade, que se encargará de buscar la caja negra del Airbus en las profundidades del océano.