Un teléfono móvil Nokia de lo más básico, pasta de aluminio o fertilizantes como la urea. Estos son algunos de los materiales usados por los yihadistas del Estado Islámico (EI) para la fabricación de sus bombas caseras. Muchos de ellos, componentes de uso civil que pueden tornarse en trampas bélicas. No son los únicos. También hay cable para detonación, por ejemplo, utilizado en el sector minero y para usos industriales en los países circundantes al territorio dominado por el EI.

Un informe publicado la semana pasada por el centro de investigación Conflict Armament Research (CAR, por sus siglas en inglés) ha rastreado durante 20 meses los materiales utilizados por el grupo yihadista para ensamblar sus dispositivos explosivos improvisados. “Hechos con componentes baratos y disponibles en el mercado, las bombas caseras se han convertido en la marca de la casa del EI”, destaca el documento.

Por ejemplo, el teléfono usado habitualmente para la detonación de explosivos a distancia en Irak es el Nokia 105 RM-908, un sencillo y económico celular cuyo coste ronda los 20 euros. Por este motivo, Finlandia, y subsidiarias de Nokia en India, China y Vietnam aparecen en la lista de procedencias de los materiales para explosivos del EI.

"El objetivo del informe es alertar a la comunidad internacional de que estos productos enumerados pueden ser usados para otros fines", asegura a EL PERIODICO el director ejecutivo del CAR, James Bevan.

“No sorprende que las redes de suministro del EI -señala la investigación- se centran en comercio legal en los países que rodean su territorio. La proximidad es el principal motivo por el cual los bienes rastreados que venden compañías turcas e iraquíes aparecen en todo el proceso”.

PASTA DE ALUMINIO

Además, “Irak y Turquía tienen importantes sectores mineros y agrícolas, en los que se utilizan sustancias químicas y explosivas de manera habitual”. La pasta de aluminio mezclada con fertilizantes como el nitrato de amonio o la urea es uno de los explosivos más comunes usados por el EI en Irak y Siria.

“Cuando el EI ocupa nuevos territorios, logran acceder al armamento y a tiendas en las que conseguir estos materiales, por lo que no se debería exagerar su dependencia de financiación exterior”, subraya Bevan.

El informe enumera 51 empresas de 20 países distintos. Turquía y la India aparecen de manera más frecuente. El país sudasiático es productor de componentes como los detonadores y el cable detonador, y para su exportación es necesaria una licencia.

Según el CAR, estos materiales fueron exportados legalmente a Líbano y Turquía antes de llegar al poder de los yihadistas. “Las pruebas recogidas por CAR muestran que el EI o agentes intermediarios compraron estos materiales en Turquía antes de hacerlos llegar a Irak y Siria”, indica el texto. “La mayoría de los componentes son bienes comerciales que no están sujetos a licencias de exportación de gobiernos y cuyo movimiento no se escruta y regula como el comercio de armas”, agrega.

Estas bombas caseras -alerta el informe- “ponen en peligro y retrasan considerablemente las operaciones terrestres contra posiciones del EI, además de amenazar una vuelta segura para las poblaciones desplazadas”.

CAMPOS DE MINAS

Bevan asevera que estos explosivos (que pueden adosarse a vehículos, esconderse en edificios o en el terreno, propulsarse o lanzarse) podrían llegar a hacer saltar por los aires un camión o conformar un campo de minas en cadena capaz de causar importantes bajas en el avance de un Ejército.

Para la elaboración del informe, los investigadores del CAR han trabajado con miembros de las Unidades de Movilización Popular de Irak, con las fuerzas kurdo-iraquíes Peshmerga del Gobierno Regional del Kusdistán (Irak), con la Policía Federal iraquí y con las milicias kurdo-sirias de las Unidades de Protección Popular (YPG), entre otros.

El periodo de recogida de información comenzó en julio de 2014 y ha durado hasta febrero de este año, tiempo en el que han analizado 700 componentes. Los materiales a los que hace referencia al texto fueron recuperados después de batallas con el EI en torno a las ciudades iraquíes de Rabia, Kirkuk, Mosul y Tikrit y la siria Kobane.