El presidente ruso, Vladimir Putin, pasó ayer de las amenazas a los hechos en su confrontación con Occidente sobre el futuro despliegue del escudo antimisiles estadounidense en Europa. En el gesto más hostil desde el final de la guerra fría, el jefe del Kremlin decretó la suspensión del Tratado sobre las Fuerzas Convencionales en Europa (CFE), que limitaba la concentración de armamento pesado en la parte europea de Rusia, según informó la presidencia.

La moratoria, que Putin justificó por las "extraordinarias circunstancias que afectan a la seguridad de la Federación Rusa y exigen la adopción de unas medidas inaplazables", se mantendrá al menos hasta que todos los estados firmantes ratifiquen la última versión enmendada del Tratado (como ha hecho Rusia). Así fue la respuesta final del Kremlin a la intención de Estados Unidos de extender su sistema de defensa antimisiles a Polonia y la República Checa, pese a las últimas propuestas rusas de cooperar en la construcción de un escudo antimisiles global.

FALLIDA NEGOCIACION Putin propuso este mes al líder estadounidense George Bush que abandonase sus intenciones a cambio de la posibilidad de usar un radar ubicado en el sur de Rusia. Además, el líder del Kremlin ofreció remodelar una instalación de radares rusa en Azerbaiyán para ampliar el sistema a todo el continente europeo.

Según filtró el Kremlin a finales de junio, el decreto que suspendía la participación rusa en el tratado de CFE estaba firmado la víspera de la cita con Bush. Pero Putin aplazó su publicación en un último intento de persuadir a su homólogo estadounidense de que abandonase su intención de seguir adelante con el despliegue del escudo nuclear en Europa de forma unilateral.

La anulación del CFE firmado en 1990, cuando todavía existían la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia, es el paso atrás más importante en el desarme que emprende el Kremlin desde el final de la guerra fría. En la actualidad, este documento limita el desplazamiento de tropas rusas por el propio territorio de Rusia, que es el único país que tiene limitaciones de armamentos en sus flancos. Los países de la OTAN exigen la retirada de las tropas rusas de Moldavia y Georgia para ratificar el CFE.

DESPLIEGUE CERCANO El plan estadounidense, que prevé el despliegue de elementos del Sistema Nacional de Defensa contra Misiles en el territorio de los antiguos vasallos de Moscú dentro del extinto Pacto de Varsovia, ha causado numerosas protestas del Kremlin, así como amenazas de desplegar misiles nucleares en el enclave ruso de Kaliningrado, en la frontera con la UE. Putin denunció el acercamiento de la infraestructura militar de la OTAN y EEUU a Rusia.

"Reducimos los armamentos y tropas en la parte europea de Rusia, mientras observamos los planes de la OTAN de abrir dos nuevas bases en Bulgaria y Rumanía, para 5.000 hombres cada una, y de emplazar dos bases de defensa contra misiles en Chequia y Polonia", dijo en un discurso.

"Rusia se desarma de forma unilateral, mientras nuestros socios llenan el espacio europeo con nuevos armamentos", indicó el líder ruso. Según el Kremlin, el emplazamiento del sistema de defensa en Europa oriental "incrementa el peligro de exterminio mutuo".