Una vez más, la mano de los extremistas de Monoteísmo y Guerra Santa, principal aliado de Al Qaeda en Irak, no tembló a la hora de materializar la decapitación de otro rehén. Cuando se cumplían 24 horas del asesinato del primer secuestrado norteamericano, Eugene Armstrong, un nuevo comunicado de la organización en una web islamista daba cuenta, ayer, de la ejecución del segundo norteamericano, Jack Hensley, a pesar de las súplicas de su mujer, Patty, desde EEUU. Los secuestradores todavía mantienen en su poder a un rehén británico --cuya suerte se desconocía ayer-- y exigen como condición la liberación de las mujeres iraquís presas a manos de las tropas de EEUU.

"Los valientes hijos de la Nación han degollado al segundo rehén americano, tras expirar el ultimátum", rezaba el mensaje.