El primer ministro británico, Gordon Brown, y el aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, se reúnen hoy en Downing Street para tratar asuntos de actualidad internacional, desde Irán a Oriente Medio o la crisis mundial por el encarecimiento de los alimentos. Obama, que aterrizó anoche en Londres procedente de París, llegó a las 8 GMT a la residencia oficial del primer ministro, en el número 10 de Downing Street, donde le esperaba una nube de periodistas.

El senador por Illinois saludó a la prensa y dio la mano a dos agentes de policía apostados en la puerta antes de entrar al número 10, donde se reunirá con Brown en una visita privada tras la cual no habrá rueda de prensa. Antes de entrevistarse con el jefe del Gobierno, con quien está previsto que analice la disputa nuclear con Irán, el proceso de paz entre Israel y los palestinos y el cambio climático, Obama recibió en su hotel londinense al ex primer ministro Tony Blair, actual enviado del Cuarteto de Madrid para Oriente Medio.

Blair llegó al hotel Hyatt Regency, en el oeste de Londres, a las 6:30 GMT para mantener un desayuno de trabajo con el senador, en el que trataron, durante aproximadamente una hora, del proceso de paz en Oriente Medio. Después de la entrevista con Brown, está programado que Obama se traslade al Parlamento británico para encontrarse con el líder del Partido Conservador -principal de la oposición-, David Cameron. Tanto Brown como Cameron ya recibieron el pasado marzo al rival de Obama en las presidenciales de noviembre en EEUU, el senador John McCain, que visitó el Reino Unido cuando el demócrata estaba inmerso aún en las primarias de su partido. Para respetar el protocolo establecido en esa ocasión, no está previsto que hoy haya ruedas de prensa conjuntas al término de las entrevistas.

Una gira multitudinaria

La visita de Obama a Gran Bretaña, la última etapa de su breve gira por Europa, tiene deliberadamente poca proyección pública, comparado, sobre todo, con el baño de multitudes que recibió el candidato durante su único acto abierto, el jueves en Berlín. En Alemania, Obama pronunció un discurso ante 200.000 alemanes desde la Columna de la Victoria en el que llamó a la unidad de EEUU y Europa para afrontar las amenazas globales del planeta, como el terrorismo y el cambio del clima. Previamente, el senador de Illinois se entrevistó por separado con la canciller alemana, Angela Merkel, y el ministro de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier.

Ayer, Obama se reunió en París con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y, tras la entrevista, ambos expresaron en una conferencia de prensa su gran coincidencia de puntos de vista en asuntos como Irán, Afganistán, el proceso de paz de Oriente Medio y el cambio climático. Londres es la última etapa de una gira internacional que, además de a las capitales europeas, llevó a Obama a Irak, Afganistán, Jordania, Israel y el territorio palestino de Cisjordania. La gira, que en el Reino Unido corre el riesgo de pasar desapercibida para el gran público, tiene como objetivo reforzar sus credenciales en política exterior -percibido como su punto débil electoral-, sobre todo en cuanto a los conflictos en Irak, Afganistán y Oriente Medio.