El Guía Supremo iraní, Alí Jamenei, el verdadero hombre fuerte del régimen islamista, dio una muestra más de su poder al forzar la destitución de Esfandiar Rahim Mashaie, primer vicepresidente de Irán y consuegro del presidente, Mahmud Ahmadimeyad. Los líderes reformistas, entre tanto, volvieron a exigir en una carta dirigida a los dirigentes religiosos la puesta en libertad de los detenidos durante las protestas del pasado mes de junio y denunciaron las torturas que sufren los arrestados en las cárceles.

Ha sido necesaria la intervención de Jamenei para acabar con el culebrón de Mashaie. El presidente iraní nombró a su consuegro el pasado día 17. Al día siguiente, el sector más duro del régimen exigió la inmediata anulación del nombramiento. Mashaie se ganó el rechazo de los ultraconservadores cuando hace un año dijo que Irán es "amigo del pueblo americano y del pueblo israelí". El golpe de autoridad de Jamenei supone el primer revés político del también ultraconservador Ahmadineyad desde que ganó las presidenciales el 12 de junio, que la oposición tilda de fraudulentas.