La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, realizó ayer un viaje sorpresa de apenas unas horas a Irak, en plena oleada de atentados y ataques de los rebeldes, que han sembrado de muertos el país, más de 450 en las últimas dos semanas. Rice se entrevistó con los nuevos dirigentes del país, entre ellos el primer ministro, el shií Ibrahim Yafari, y pidió la inclusión de los sunís en el proceso político iraquí. La secretaria de Estado también se vio con soldados norteamericanos.

Con su viaje, Rice quiso expresar ayer el apoyo de la Casa Blanca al nuevo Gobierno, al que animó para avanzar en el proceso político. La jefa de la diplomacia estadounidense advirtió de que para acabar con la insurgencia no es suficiente con la fuerza militar, sino que es necesario un Gobierno fuerte y estable.

MAS CADAVERES Ayer, las autoridades informaron del hallazgo de 34 cadáveres de personas ejecutadas, 13 en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr. Los muertos, todos ellos hombres que rondaban la veintena, tenían los ojos vendados, las manos atadas a la espalda y varios tiros en la cabeza. Cerca de Iskandariya, la policía halló 11 cadáveres más y el sábado se descubrieron los cuerpos de 10 soldados iraquís en Ramadi.

En Bagdad, unos desconocidos mataron a un alto funcionario del Ministerio de Industria y a su chófer. Y en otro ataque similar, fue asesinado el jeque Qasim al Garaui.