En julio hubo el último roce, de escasa altura dialéctica. Hillary Clinton dijo de Corea del Norte que se había "quedado sin amigos" y comparó su actitud con la de los "niños pequeños y adolescentes revoltosos". Pyongyang tildó sus observaciones de "vulgares" y dijo que a veces Clinton parecía "una colegiala de primaria" y otras veces "una pensionista que va de compras".

Clinton es el líder de más peso en pisar Corea del Norte en más de una década. Carter lo hizo en 1994. La secretaria de Estado Madeleine Albright fue en el 2000. En el mandato de George Bush hijo, Christopher Hill viajó varias veces, sin resultados.