El Gobierno italiano quiere proponer un pacto a los musulmanes moderados que viven en Italia para poner freno al terrorismo islámico. Estas son las intenciones del ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, expresadas en una entrevista publicada ayer por el diario La Reppública . "Quiero acercarme a los moderados y afrontar a los extremistas con la firmeza necesaria", dijo Pisanu.

El Gobierno de Silvio Berlusconi quiere favorecer la aparición de un "islam italiano" de tipo laico entre los fieles musulmanes que viven en Italia, un islam con el que se pueda firmar un pacto de colaboración y que sea compatible con las leyes del país. A la vez, propone mano dura y acoso policial para hacer frente a los extremistas. Con estas dos ideas, Pisanu, quiere poner fin al "miedo suscitado por la opinion pública" de que se está produciendo una "silenciosa invasión islámica de Italia y Europa".

Pisanu tiene dos objetivos. Que el islam de Italia "se armonice con la realidad italiana" sin permitir que nadie se inmiscuya en "este proceso desde el exterior". "No quiero dejar a la comunidad islámica a la deriva, sino que quiero ofrecerle un camino", dijo Pisanu. El titular de Interior viene a decir que no piensa permitir la influencia de clérigos procedentes de Oriente Próximo o Asia Central en la comunidad musulmana de su país, clérigos radicales y ajenos a la realidad italiana.

TEMOR A UNA GUERRA

Pisanu admite que teme que una posible guerra contra Irak fusione "el frente del terrorismo anarquista y marxista con el islámico". El dirigente revela que, sólo durante el pasado año, fueron detenidos 116 terroristas islamistas, pero que todavía existe una red "europea fuerte y activa, que desarrolla principalmente funciones logísticas".

Por otra parte, el ministro de Justicia, Roberto Castelli, levantó ayer un alud de críticas al anunciar que prepara sanciones disciplinares contra algunos magistrados. Según el ministro de la Liga Norte, el partido de Umberto Bossi, dichas sanciones "demostrarán como la injerencia de los jueces en la política es tan grave que compromete los derechos de los ciudadanos". El pasado sábado, los magistrados llevaron a cabo una protesta silenciosa llevando la Constitución en las manos o éstas envueltas en paños negros, en señal de luto.