Sin previo aviso y en medio de unas enormes medidas de seguridad, Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de Estados Unidos y arquitecto de la guerra de Irak, visitó ayer por tercera vez el país para recoger información de primera mano sobre la situación militar. La conclusión que extrajo Rumsfeld tras visitar Kirkuk --el centro petrolero del norte del país-- y Bagdad es que las fuerzas ocupantes deben acelerar el reclutamiento, entrenamiento y despliegue de servicios de seguridad iraquís.

Igual que hizo su jefe, George Bush, Rumsfeld no se dio, ni mucho menos, un baño de masas entre esa población iraquí que, según la Casa Blanca, tan contenta está de haber sido "liberada". Al contrario, sus contactos se limitaron a los dirigentes iraquís de Kirkuk, a algunos miembros del Consejo de Gobierno iraquí y a un centro de entrenamiento de fuerzas de seguridad iraquís. El resto de la agenda de Rumsfeld en la etapa iraquí de una gira que también ha recalado en Afganistán y Georgia estuvo dedicada a los militares estadounidenses y también incluyó, como la visita de Bush, un encuentro gastronómico con las tropas. Esta vez fue un desayuno de campaña.

"La seguridad del país será traspasada con el tiempo a los diferentes tipos de fuerzas de seguridad iraquís, creo que estamos en el camino correcto", aseguró Rumsfeld. Su deseo de acelerar el traspaso de la seguridad a fuerzas iraquís coincide con la petición de diferentes partidos iraquís de que sus milicias armadas sean usadas como fuerzas de seguridad. Por su parte, el administrador estadounidense, Paul Bremer, se mostró contrario a la propuesta y afirmó que "no hay lugar en el nuevo Irak para milicias armadas".

CONTRATO DE REPSOL Mientras, la primera compañía petrolera española, Repsol YPF, cerró la semana pasada un jugoso contrato para la compra de 6 millones de barriles de petróleo durante el primer semestre del próximo año, según informó ayer el diario Expansión . Este contrato supondrá una inversión de poco más de 140 millones de euros (más de 23.000 millones de pesetas). Según las fuentes citadas por el rotativo, Repsol podría haber optado a la compra de una cantidad muy superior de crudo, pero lo desestimó.

Por otra parte, el agente secreto español José Antonio Sánchez Riera, único superviviente del atentado del pasado sábado en Irak, en el que murieron siete de sus compañeros, fue protegido por policías locales iraquís después de escapar de un intento de linchamiento popular, según confirmó ayer en un comunicado hecho público en su página web el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

El CNI informó de que tras ser tiroteados los españoles, Sánchez Riera fue enviado a buscar ayuda por sus jefes, momento en que sufrió un intento de linchamiento por parte de un grupo de partidarios de Sadam Husein y "finalmente logró la protección de unos policías iraquís", que dispararon al aire para dispersar a sus compatriotas y recogieron del suelo a Sánchez Riera.