Los funcionarios franceses protagonizaron ayer la tercera huelga desde que Nicolas Sarkozy accedió a la presidencia de la República. El movimiento, que protesta por la supresión de decenas de miles de puestos de trabajo, se siguió ampliamente en la enseñanza y tuvo una incidencia menor en otros sectores.

A media jornada, el Ministerio de la Función Pública cifró a los huelguistas en un 27,3% entre el conjunto de los funcionarios, incluyendo trabajadores de las administraciones estatal y local, hospitales, Correos y France Telecom, una participación casi 7 puntos superior a la de la anterior huelga, del 24 de enero. En la enseñanza, sin embargo, los huelguistas fueron muchos más. El Ministerio de Educación reconoció una incidencia del 34%, que los sindicatos elevaron al 60% en total y a un 63% en primaria.

A primera hora de la tarde, profesores, padres y alumnos (50.000, según los sindicatos, y 18.000 según fuentes policiales) se manifestaron en París entre las plazas de Italia y de la República. Aproximadamente, se celebraron un total de un centenar de marchas en diversas ciudades.

REDUCCION Los funcionarios protestan por el plan de reducir 22.900 empleos este año, 11.200 de ellos en la educación. Para el 2009, la reducción de funcionarios prevista --por la reposición de solo un puesto de trabajo de cada dos jubilados-- es de 35.000. Francia tiene 5,2 millones de empleados públicos, de los que 1,2 de ellos trabajan en educación. El ministro de Educación, Xavier Darcos, dijo que no cederá en la supresión de los 11.200 puestos y subrayó que hay 23.200 profesores que no dan clase.