Siete hospitales de campaña enviados por distintos países ya han llegado a Puerto Príncipe, donde una de las mayores prioridades es atender a los miles de heridos por el terremoto del martes que se acumulan sin poder ser atendidos, según una fuente de la ONU.

Elizabeth Byrs, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU, ha dicho a Efe que "tres de esos hospitales de campaña ya están plenamente operativos", y que "el más grande de ellos es el israelí, donde el equipo médico es apoyado en cuanto al transporte de heridos por un equipo español".

CAMIONES CISTERNA

También funcionan sendos hospitales de campaña belga y ruso, mientras ya han llegado pero aún no operan otros de Jordania, Colombia y Brasil. La portavoz de OCHA dijo que ya está en marcha en la ciudad la distribución de agua potable, con 33 camiones cisterna llegados por tierra desde la vecina República Dominicana, que reparten en 19 puntos de distribución diseminados por la devastada capital haitiana.

Byrs dijo que para facilitar la llegada de la ayuda, se están utilizando también dos pequeños aeropuertos dominicanos, en Barahona y en San Isidro, desde donde la asistencia va por tierra a Haití.

PERSONAL DE LA ONU

La ONU está instalando, además, en Puerto Príncipe, un campo base para acoger a unos 200 trabajadores del organismo que han llegado al país para las labores de ayuda, pues el alojamiento es uno de los problemas con que chocan los cooperantes.

Las organizaciones humanitarias presentes en las zonas del desastre siguen describiendo escenas de gran caos, como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que hoy ha señalado que casi ningún barrio de la capital se ha librado de la destrucción causada por el temblor.

LETRINAS

El CICR ha podido instalar letrinas para unas mil personas y distribuido kits de material para 2.000 pacientes en dos hospitales, y para esta noche se espera la llegada de siete camiones con más material médico de la organización.

Miembros del CICR que han recorrido la ciudad señalan que la gente sigue vagando por las calles sin acceso apenas a alimentos, agua o servicios. Según Simon Schorno, un portavoz del CIRC sobre el terreno, "aunque han aparecido algunos alimentos disponibles en la ciudad, los precios se han disparado y la gente no puede permitirse comprar nada".

En el centro de la ciudad, en la famosa plaza del Campo de Marte, varios miles de supervivientes viven ahora allí en campamentos improvisados, y la situación que reina es de desesperación, según narra Schorno.