Miles de sudafricanos se han agolpado este miércoles a lo largo del recorrido del cortejo fúnebre que trasladaba los restos mortales de Nelson Mandela para darle el último adiós. El féretro, cubierto con la bandera sudafricana, ha salido del Hospital Militar de Pretoria y ha sido traladado primero a los Union Buildings, sede del Gobierno, donde se ha instalado la capilla ardiente que estará abierta hasta el viernes para que los ciudadanos puedan despedirse de Mandela,

Tras pasar una hora y media en la citada sede, el féretro ha iniciado un recorrido por lugares que tuvieron algún significado en la vida de Mandela. El cortejo, formado por una furgoneta negra que transporta el ataúd precedido de unos 20 policías motorizados, está custodiado por una guardia de honor y vigilado desde el aire por un helicóptero militar.

Los accesos por coche a la ciudad han quedado colapsados como consecuencia del desfile y de las marchas de los ciudadanos que se dirigen, cantando y bailando, hacia los distintos puntos del recorrido.

"Este es un momento muy significativo para mí y mis hijos", ha afirmado Thapelo Dlamini, un maestro de 48 años, que ha estado esperando en la calle con sus dos hijos durante dos horas.

Estaba previsto que el desfile durara una hora y media para regresar después a la capilla ardiente de los Union Buildings. La operación se repetirá el jueves y el viernes. El sábado, el féretro con los restos de Mandela será trasladado en avión a Qunu, donde el domingo será inhumado.