La confirmación del suicidio del consejero del Gobierno británico David Kelly llegó ayer acompañada por las primeras voces pidiendo la dimisión de Tony Blair. La impresión de que el Ejecutivo había "sacrificado" a un íntegro y valioso asesor en la disputa sobre las armas de Irak con la BBC ha convertido al primer ministro en el blanco de todas las críticas.

Las acusaciones llueven también contra su jefe de Comunicación, Alastair Campbell, y contra el ministro de Defensa, Geoff Hoon. El jefe de la oposición conservadora, Iaian Duncan Smith, escribió ayer a Blair pidiendo la convocatoria extraordinaria del Parlamento. Desde el Lejano Oriente, donde está realizando una penosa gira que ha perdido todo sentido, el líder laborista trataba de retomar el control de la situación en casa, tras la fatídica muerte de Kelly.

ACIDAS CRITICAS

Un cadáver que a partir de ahora le perseguirá donde quiera que vaya: "¿Tiene usted sangre en las manos, primer ministro? ¿Piensa dimitir?", le espetó ayer en Japón un periodista británico al término de la breve conferencia celebrada junto a su homologo nipón, Junichiro Koizumi. "¿Va a dimitir Alastair Campbell?", inquirió otra reportera.

Sombrío, crispado y acorralado por las preguntas hostiles, Blair optó por no contestar. Como respuesta se limitó a manifestar su "profunda pena" por la muerte del doctor Kelly, y pidió "cautela" y "respeto" al abordar el caso. "No creo que sea lo correcto, ni para nosotros ni para nadie, hacer un juicio hasta que se conozcan los hechos", señaló Blair remitiéndose a la investigación judicial que ha ordenado para esclarecer las circunstancias que han rodeado la desaparición del científico. "La persona que va a conducir esa investigación es alguien muy respetado y va a exponer la verdad de lo que ha pasado", añadió. Esa persona es el juez Brian Hutton, de la Cámara de los Lores, y las conclusiones que extraiga posiblemente no serán muy agradables para el primer ministro y su equipo. "El Gobierno va a proporcionar a lord Hutton toda la cooperación y espera que otras autoridades y partidos hagan lo mismo", señaló en un comunicado el ministro de Defensa.

La foto de Hoon, junto a la de Blair y la de Campbell, cubrían ayer la portada del diario conservador Daily Mirror. "¿Están orgullos de sí mismos?", decía el titular. El rotativo pedía al primer ministro que destituyera a Campbell, enzarzado en una "vendetta" personal con el periodista de la BBC Andrew Gilligan, cuyo chivo expiatorio ha sido Kelly. Ayer eran muchos los que opinaban que Campbell difícilmente sobrevivirá en el puesto más allá del otoño.

Según el diario The Guardian, la compañera sentimental del poderoso jefe de Comunicación, Fiona Millar, dejará Downing Street, donde asesora a Cherie Blair, en septiembre, y quiere que Campbell se marche al mismo tiempo. El Mail también reclamó al primer ministro que suspenda su actual gira y retorne inmediatamente al país.

"VERGONZOSO EPISODIO"

Dentro del laborismo se alzó una voz pidiendo la dimisión de Blair, Campbell y Hoon. "Deben dimitir inmediatamente porque no veo el beneficio que están proporcionando ni al país ni a mi partido, permaneciendo en el Gobierno después de este vergonzoso episodio", declaró a Sky News la diputada y exactriz Glenda Jackson. "Este asunto no va a desaparecer, va a volver una y otra vez durante todo el tiempo que dure la investigación. Al final habrá dimisiones y es mejor que se produzcan cuanto antes", añadió Jackson.