Los talibanes ejecutaron ayer a uno de los 23 rehenes surcoreanos secuestrados en Afganistán y amenazaron con matar a otro si no se aceptaba un intercambio de prisioneros en un plazo que vencía a las 22.30 horas de ayer. "Hoy hemos matado a un surcoreano porque el Gobierno no es honesto en las negociaciones", declaró Qari Yusuf Ahmed, portavoz talibán.

Al poco del anuncio, fue descubierto el cuerpo de la víctima, acribillado a balazos. Es el primer asesinato de un rehén extranjero en Afganistán desde abril del 2006. "Pedimos a Corea del Sur que haga presión sobre el Gobierno afgano, o de lo contrario mataremos a los restantes rehenes", advirtió Ahmedi. La agencia de prensa surcoreana Yonhap informó de que ocho de los rehenes habían sido liberados, pero las autoridades de Ghazni lo desmintieron.