Continúan las demostraciones del poderío militar iraní debido al enfrentamiento entre ese país y Occidente a raíz del programa atómico de Teherán. Si el pasado viernes Irán probó con éxito el misil de largo alcance Fajr-3, invisible para radares y capaz de transportar cabezas nucleares, ayer realizó la prueba de un proyectil submarino ultrarrápido que iguala en velocidad al VA-111 Shval, de fabricación rusa, considerado el más veloz del mundo en su categoría.

"Tiene una cabeza armada muy poderosa diseñada para alcanzar grandes submarinos; ningún barco de guerra puede escapar a este misil", aseguró a la TV estatal iraní el general Alí Fadavi, del Ejército de los Guardias Revolucionarios. El proyectil puede llegar a alcanzar una velocidad de 100 metros por segundo.

La escalada de tensión que se vive en la región es cada vez más evidente, después del plazo de 30 días dado por el Consejo de Seguridad de la ONU para que Irán ceda en el contencioso nuclear. Según sostuvo ayer el semanario The Sunday Telegraph , el Gobierno británico celebrará hoy una reunión ultrasecreta para debatir la posibilidad de ataques aéreos contra Irán.

En su edición de ayer, The Washington Post advirtió de que, según se desprende de los informes secretos del espionaje, Teherán está dispuesto a utilizar a grupos como Hizbulá para llevar a cabo ataques terroristas contra Europa, EEUU e intereses norteamericanos en Irak.