A 15 meses de haber asumido la presidencia peruana, Alejandro Toledo experimentó una durísima derrota en las elecciones regionales y municipales del domingo que colocaron a su rival en las elecciones del 2001, Alan García, como árbitro político del país.

El PAP (Partido Aprista Peruano), liderado por García, se impuso en 11 de las 25 regiones. Otras nueve quedaron en manos de movimientos independientes. La centroderechista Unión por Perú y Somos Perú administrará cuatro, además de Lima. Perú Posible, el resquebrajado partido de Toledo, solo ganó en una.

COSTE POLITICO

Las elecciones, según los analistas, pueden representar un hito en Perú y dar inicio a un verdadero proceso de descentralización al transferirse recursos a las nuevas regiones en el 2003. El oficialismo corrió una suerte similar en las municipales, pero nadie en Lima se sorprendió por el resultado. Toledo tiene un grado de aceptación inferior al 20%. El presidente del Consejo de Ministros, Luis Solari, dijo: "Ha pagado el coste político de ser el conductor de la transición".