Un total de 44 personas murieron el viernes en Siria por la "violencia sistemática" y el uso de munición real para reprimir las protestas políticas, informó hoy la Organización Nacional de Derechos Humanos. Este grupo está dirigido por Ammar Qurabi, que vive desde las últimas semanas en El Cairo y es uno de los pocos activistas de derechos humanos que no ha sido encarcelado por las fuerzas de seguridad del régimen de Bachar al Asad. Un comunicado de esta organización proporciona los nombres de las 44 víctimas mortales en la represión policial de ayer. De ellas, 26 perecieron en la provincia de Edlib (norte) y 13 en Homs (centro), y el resto en otros lugares del norte, centro y sur del país.