Tres hombres armados con un cuchillo y un arma de fuego asaltaron ayer el consulado español en Berna (Suiza) y mantuvieron en vilo durante más de seis horas a las fuerzas especiales de seguridad helvéticas, que cuando finalmente irrumpieron en el edificio, tras recibir la autorización de las autoridades españolas, descubrieron que no había nadie dentro de la sede.

Los asaltantes permanecieron apenas unos 15 minutos en la legación. En la acción hirieron a un ordenanza --que tras un forcejeo logró huir y avisar a la policía-- y mantuvieron a dos empleados como rehenes. Instaron a uno de ellos a abrir la caja fuerte, pero se marcharon poco después sin conseguir su propósito. Fuentes diplomáticas no descartan que los individuos pretendieran hacerse con pasaportes y visados, que en el mercado negro alcanzan precios de alrededor de 5.000 euros.

El incidente generó situaciones de confusión. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, dio por finalizada la ocupación a las 11.30 horas de la mañana, dos horas antes de que la policía suiza entrara en el consulado y certificara que no había nadie en su interior. Un portavoz de Exteriores justificó ese desfase en que Moratinos se refería a la liberación de los rehenes, de la que supo por vía diplomática española, y no a la operación global.

Pese a que los asaltantes lograron huir y sigue sin esclarecerse el móvil de la ocupación, el ministro sostuvo que el incidente se resolvió "de manera satisfactoria" y con "buena coordinación" entre las autoridades suizas y españolas. Moratinos también aseguró que los asaltantes no se llevaron ningún documento.

Moratinos, que ayer mismo ordenó abrir una investigación sobre lo sucedido, afirmó que las medidas de seguridad en la representación diplomática son las que "normalmente" tienen los consulados españoles y dijo que el ordenanza herido vigilaba el inmueble. Según la policía suiza, sin embargo, la persona herida acababa de llegar en un vehículo cuando fue atacada por uno de los asaltantes. Fuentes diplomáticas sortearon la contradicción con la versión de que en el interior del consulado había en efecto un ordenanza-vigilante (que estuvo retenido junto a una empleada) y que el herido era el colega suyo que llegaba a relevarlo. Contradicciones aparte, se trata en todo caso de un dispositivo exiguo, si se tiene en cuenta que las policías europeas han redoblado sus esfuerzos de vigilancia ante la amenaza del terrorismo islamista.

ISLAMISMO Precisamente, una de las hipótesis que se barajó al conocerse la toma del consulado fue que guardaba relación con la extradición a España de Mohamed Achraf, acusado de liderar una célula que pretendía atentar contra la Audiencia Nacional en octubre pasado. Moratinos descartó esta versión.