El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado este miércoles que está obteniendo la victoria provisional en las elecciones a la Casa Blanca y ha anunciado que comparecerá próximamente para hacer unas declaraciones.

"Vamos muy por delante pero están intentando robar las elecciones. Nunca se lo permitiremos", ha asegurado el presidente a través de su cuenta de Twitter.

En el mismo mensaje, Trump ha proclamado que "no se pueden emitir votos después de que hayan cerrado las urnas", en lo que parece tratarse de una nueva queja sobre el sistema de votación, no refrendada hasta el momento por tribunal alguno.

En ese momento, Twitter ha efectuado un aviso de amonestación al contenido del mensaje: "Una parte o la totalidad del contenido compartido en ese tuit es controvertido y podría ser engañoso respecto al modo de participación en unas elecciones o en cualquier otro proceso cívico", escribió la red social sobre el tuit del mandatario republicano, poco después de su publicación.

El presidente emitió su tuit justo después de que su rival demócrata, Joe Biden, diera un breve discurso desde Wilmington (Delaware) y declarara que la contienda no habrá acabado "hasta que cada voto esté contado".

POLÉMICA AGRESIVA

La campaña de reelección de Trump ha cuestionado agresivamente los procedimientos establecidos en algunos estados clave, como Pensilvania, para aceptar y contar aquellos votos por correo que lleguen después del día de las elecciones, es decir, de este martes.

"En cuanto se acaben las elecciones, vamos a entrar con nuestros abogados", dijo Trump este domingo en referencia al recuento en Pensilvania, donde serán válidos los votos por correo que se reciban en los tres días posteriores a este martes.

El mandatario y su campaña han allanado el terreno para posibles juicios desde hace meses, al sembrar desconfianza en el voto por correo -a pesar de que no hay pruebas de que pueda llevar a un fraude generalizado- e insistir en que el resultado que debería contar es el de la noche electoral.

Trump siguió los resultados desde la Casa Blanca, en una fiesta con al menos 200 invitados de su campaña, y planeaba hacer una declaración pública de madrugada, tras opinar en Twitter que los resultados le depararán una "gran victoria".