El enriquecimiento de uranio permite producir combustible civil para alimentar una central nuclear o material para elaborar una bomba atómica. Irán extrae uranio de su propio territorio, pero este metal tiene dos isótopos, el U-238 y el U-235. El U-235 es el único con el que se puede elaborar combustible nuclear o carga fisible para una bomba atómica, aunque se halla en una proporción escasa para que el mineral sea utilizado tras su extracción sin ser procesado. Por ello, es necesario enriquecer el uranio, para lograr una tasa del isótopo U-235 de entre el 4% o el 5% para uso civil, y del 90% para usos militares.