El clima de tensión polarizada que rodeaba las elecciones legislativas de Venezuela se tradujo ayer en una participación irregular del electorado, que acudió a las urnas de manera muy nutrida en las zonas populares y escasa en las de clase media y alta, para escoger a los 167 parlamentarios que se sientan en la Asamblea Nacional, así como a los representantes en los parlamentos Latinoamericano y Andino.

Después de su retirada de última hora, la oposición cifraba su triunfo en el logro de una abstención masiva, pero, al depositar su voto en un colegio de la barriada 23 de enero, el presidente, Hugo Chávez, recalcó que los viejos partidos "ya están muertos y se resisten a morir".

OBSERVADORES El Consejo Nacional Electoral (CNE) insistió en que ese paro electoral opositor "no se reflejó en la realidad de manera notoria", ya que de los 5.516 candidatos inscritos, sólo anularon su candidatura 556, o sea el 10,08%. Tanto el Tribunal Supremo de Justicia como los más de 400 observadores electorales internacionales, encabezados por la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE), coincidieron en señalar que el boicot de los principales grupos de la oposición política a los comicios "no deslegitimará a la nueva Asamblea Nacional que surja de ellos".

Con abundante participación en los barrios humildes del oeste de la capital y muy discreta en las urbanizaciones residenciales del este, Caracas fue de nuevo el termómetro que marcó la polarización de la población venezolana en torno al Gobierno bolivariano y, sobre todo, a Chávez.

RESULTADO CONOCIDO El resto de las 27.500 mesas distribuidas en casi 9.400 centros de sufragio por todo el país reflejaron también la distribución regional del apoyo o rechazo al régimen chavista. El resultado estaba echado de antemano: si antes de que se anunciase la retirada opositora las encuestas vaticinaban que los candidatos progubernamentales coparían unos 130 escaños de los 167 de la AN, la cifra iba a subir ante la nueva situación.

El Gobierno se mostró confiado en que la participación popular estaba "dando respuesta" al boicot de una oposición que, según sus líderes, esperaba una "abstención superior al 80%". Antes de que abrieran los colegios electorales, el ministro de Exteriores, Alí Rodríguez, afirmó que "los últimos datos" indicaban que "hasta un 61% de los votantes expresaron su voluntad de asistir a los comicios".

El canciller recordó que "el promedio de abstención en este tipo de elecciones en Venezuela, igual que en muchos países, es superior al 40% y más". En las anteriores elecciones legislativas, del año 2000, la tasa de abstención llegó a ser del 44%.

La cifra de participación era la más esperada anoche, después de que las autoridades confirmaran la "total normalidad" de la jornada y el tener "identificados y controlados a los sectores irracionales que querían perturbar el proceso".

VARIOS ARRESTOS El vicepresidente, José Vicente Rangel, reveló que la captura de 11 personas que portaban explosivos en el estado de Zulia y el decomiso de 24 kilos del explosivo C-4 en el estado de Guárico permitieron contrarrestar los planes de sabotaje. No obstante, dos artefactos estallaron de noche en el centro de Caracas y otro en un oleoducto en el oeste del país.

Rangel destacó que los partidos tradicionales acaban de "cometer su último error" al "despilfarrar con su irresponsabilidad y torpeza política el 40% del electorado nacional que llegaron a tener" en el pasado.