El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha aplazado por segunda vez su viaje a Australia e Indonesia, previsto para las próximas semanas, debido al vertido de crudo en el Golfo de México.

La Casa Blanca anunció la cancelación del viaje, que ya se había pospuesto en marzo a causa del trámite legislativo de la reforma del sistema sanitario, en un comunicado emitido esta madrugada.

Inicialmente la Casa Blanca no ofreció explicaciones sobre la causa de la suspensión, aunque posteriormente el portavoz presidencial, Robert Gibbs, indicó que se debe al vertido de petróleo, el peor desastre ecológico ocurrido en la historia del país.

LUCHA CONTRA EL VERTIDO

Obama viajará hoy a la costa de Luisiana para supervisar las tareas de lucha contra el vertido, en su tercera visita a la zona desde que comenzó el desastre, el 20 de abril, tras la explosión y posterior hundimiento de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon", gestionada por British Petroleum (BP).

Afrontar esta situación se ha convertido en la principal prioridad de la Casa Blanca, que ve cómo los repetidos fracasos para contener el flujo de crudo del pozo que quedó abierto se traducen en críticas cada vez más duras contra el presidente estadounidense.

En su comunicado, la Casa Blanca indicó que Obama habló el jueves por la noche con el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, y el primer ministro australiano, Kevin Ruud, para explicarles el aplazamiento de la visita, prevista entre el 13 y el 19 de este mes. "El presidente Obama subrayó su compromiso a nuestra estrecha alianza con Australia y nuestra relación cada vez más profunda con Indonesia", indicó el comunicado.

EL 24 Y 27 DE JUNIO

Obama tiene previsto ahora mantener sendas reuniones bilaterales con esos líderes en los márgenes de la cumbre del G20 que se celebrará en Toronto entre el 24 y el 27 de junio.

La visita a la región del sureste asiático y Australia tenía como objeto subrayar los lazos con una zona de creciente importancia en el mundo y contrarrestar la influencia de China en el área.

El presidente estadounidense tenía también previsto aprovechar su visita a Indonesia, el país de mayor población musulmana del mundo, para lanzar un mensaje de acercamiento a los que profesan esa religión.