La lucha contra el terrorismo continúa. Las amenazas contra todos los países ocupantes de Irak --incluido España-- que Osama bin Laden profirió el sábado reflejan la necesidad de esta lucha, según concluyó ayer el presidente norteamericano, George Bush, en Bangkok (Tailandia), donde asiste a partir de hoy a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

"La cinta de Bin Laden debería significar para todo el mundo que la guerra contra el terror sigue, y que todavía existe peligro para las naciones libres. Las naciones libres deben trabajar juntas más que nunca para compartir las informaciones, cortar la financiación y llevar ante la justicia a los asesinos y a los asesinos en potencia", declaró George Bush. Y no fue sólo el presidente norteamericano quien se tomó en serio los mensajes del líder de Al Qaeda, supuestamente grabados en Pakistán.

RESPUESTA EUROPEA

Para el ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, "estos llamamientos actúan como auténticas fatuas (edictos religiosos) entre los grupos dispersos por el mundo". Aunque Bin Laden no incluyó a Francia entre sus objetivos, Sarkozy aseguró que su país "no se considera libre de esta amenaza terrorista y se mantiene vigilante".

El Ministerio del Interior de Italia --país amenazado-- confirmó haberse tomado en serio los mensajes de Al Qaeda. Y Polonia --también mencionado por Bin Laden-- afirmó que estaba en "alerta permanente". "El mundo continúa siendo muy peligroso. Y de esto hablaré aquí con los otros dirigentes del APEC", dijo el presidente de EEUU durante su reunión con el primer ministro anfitrión, Taksin Shinawatra.

George Bush llegó a Tailandia el sábado con la intención de imponer dos temas estrellas a la cumbre: la lucha contra el terrorismo y la reconstrucción de Irak. Pero no todos están de acuerdo, a pesar de que la zona ha sido fuertemente castigada por el terrorismo. El primer ministro malaisio, Mahathir Mohamad, advirtió de que el APEC no debe convertirse en un foro de seguridad.

Los siete miembros surasiáticos del foro mantuvieron un encuentro, en el que varios de ellos se quejaron de que la seguridad y las fricciones sobre Corea del Norte y sobre Birmania ensombrecen el objetivo de impulsar el libre comercio. Muchos de los países de la APEC afrontan el incremento de la violencia islamista.

A pesar de las quejas, Bush tampoco renunciará a pedir en la cumbre, que empieza hoy, tropas y dinero para la posguerra iraquí. El diario norteamericano The Washington Post informó ayer de que el Pentágono ha preparado un plan para reducir, de forma paulatina, el despliegue actual de 130.000 soldados en Irak a 50.000 para mediados del 2005.

El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, aún no ha dado el plácet a este proyecto de retirada, que debe empezar en el segundo trimestre del 2004, año de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en las que Bush vuelve a competir.