77 personas han resultado heridas hoy en Bangkok durante los enfrentamientos entre el Ejército y los manifestantes opositores al Gobierno. En un discurso televisado, el primer ministro, Abhisit Vejjajiva, ha exigido que se retiren de las calles y ha pedido a la población que coopere para restablecer el orden en la capital del país y alrededores, donde hay estado de excepción.

Unos 400 soldados han empleado gas lacrimógeno y disparos al aire para dispersar a los manifestantes, entre un centenar y 300, que han respondido con tiros y cócteles molotov, así como con neumáticos y un coche en llamas, según han informado los servicios de emergencia.

Después, unidades de las Fuerzas Armadas se han desplegado por toda la zona del centro y la periferia, y han bloqueado los accesos hasta el Palacio Real. En un intento de recuperar el cruce de calles de Din Daeng, en la capital tailandesa, unos 400 soldados han empleado gas lacrimógeno.

Fin del control de Shinawatra

La formación política afín al multimillonario Shinawatra perdió el control del Gobierno el pasado diciembre, después de que varios partidos aliados le retiraran su apoyo en el Parlamento.

Pero la crisis económica, incluida la aceleración de los despidos en las grandes fábricas de las zonas industriales, ha supuesto para los políticos leales a Shinawatra un buen caldo de cultivo para intentar recuperar el poder que le arrebataron los militares por medio del golpe de Estado perpetrado en septiembre de 2006.

Desalojo a la fuerza

La pasada semana, la oposición llegó a congregar hasta 100.000 tailandeses, muchos de ellos trabajadores recién despedidos, y estrechó con sus seguidores el cerco a la sede del Gobierno en Bangkok, de la que hoy fueron desalojados a la fuerza por los soldados después de que entrara en vigor el estado de excepción.

Las protestas antigubernamentales fueron similares a las que el año pasado, y durante meses, protagonizaron los detractores de Shinawatra, cuando la formación que crearon sus leales, una vez debilitada por las manifestaciones, perdió el poder por orden del Tribunal Constitucional que la declaró culpable de fraude electoral.

Agua para festejar el Año Nuevo

Indiferentes al estado de excepción declarado por el Gobierno, decenas de miles de personas ha salido hoy a las calles de la capital armadas pero con cubos y mangueras para celebrar el las festividades del Año Nuevo tailandés.

Las escenas de turistas y tailandeses que en la parte nueva de la capital se divertían con los remojones de agua, contrastan con la de los soldados provistos de material antidisturbios que unas horas antes cargaron contra los manifestantes antigubernamentales concentrados en el otro extremo de la metrópoli.

Las batallas de agua, a veces helada, se agradecen en esta época del año, cuando las temperaturas en Tailandia alcanzan hasta los 40 grados centígrados. Todo está permitido, siempre y cuando se trate de agua y polvos de talco, los dos elementos imprescindibles en la guerra que se libra en el país con motivo de los festejos del nuevo año budista, que se prolongarán hasta el próximo miércoles.