Casi uno de cada cinco conductores emeritenses supera la tasa de alcohol permitida al volante. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Mérida, el 17,4% de los conductores que se han sometido a los controles de alcoholemia realizados por la Policía Local en los últimos meses ha dado positivo. Desde junio del año pasado, los agentes han hecho un total de 540 pruebas en diferentes puntos del casco urbano, siendo positivo el resultado en 94 de los casos. 71 de ellos se han saldado con una multa administrativa, mientras que 23 han sido delito al superar la persona que conducía el vehículo los 0,66 miligramos de alcohol por litro de aire expirado (mg/l).

Después de cuatro años sin realizarse este tipo de pruebas por carecer la Policía Local de las herramientas necesarias, el ayuntamiento autorizó los controles preventivos de alcoholemia el pasado verano, tras recibir de la Dirección General de Tráfico un vehículo con etilómetro incorporado. Hasta la fecha, los agentes han realizado 60 controles preventivos en 15 fines de semana aleatorios, con un total de 540 pruebas practicadas. Cada fin de semana que se monta el dispositivo se realizan 36 pruebas (18 el viernes y otros tantos el sábado) en diferentes puntos de la ciudad, entre ellos las inmediaciones del puente Lusitania.

94 POSITIVOS Según los datos facilitados por el ayuntamiento a este diario, en 94 de las 540 pruebas realizadas el resultado ha sido positivo, lo que significa que un 17,4% de los conductores controlados (casi uno de cada cinco) superaba la tasa de alcohol permitida por ley al volante. De estos positivos, 71 se saldaron con una multa mientras que 23 fueron considerados delitos al superar el conductor los 0,66 mg/l. "Debe ser obligación de una administración realizar controles preventivos de alcoholemia. Se trata llana y sencillamente de impedir que toda persona que beba alcohol en exceso ponga en peligro su vida y sobre todo, la vida de los demás", ha insistido el delegado de la Policía Local, Félix Palma.

Cabe recordar que la cuantía de la multa por conducir sobrepasando la tasa de alcohol permitida puede alcanzar los 1.000 euros e incluso suponer la retirada temporal del carné. Si el resultado de la prueba de alcoholemia está entre 0,25 y 0,50 mg/l, la sanción es de 500 euros (1.000 si el conductor es reincidente) más la retirada de cuatro de puntos en el carné. Si el alcoholímetro arroja un resultado de entre 0,51 y 0,60 mg/l, hay pagar 1.000 euros y se pierden seis puntos. A partir de los 0,60 mg/l se considera delito y el sancionado se enfrenta a penas de entre tres y seis meses de prisión, multa de seis a 12 meses o condena de entre 60 y 90 días de trabajos sociales, así como la pérdida del derecho a conducir entre 1 y 4 años.