El latigazo de la crisis sacude con fuerza a las familias emeritenses, que cada vez se ven más obligadas a recurrir a entidades sociales como Cáritas para poder sobrevivir y llegar a fin de mes. Tanto, que las peticiones de ayuda de los hogares a la diócesis de Mérida-Badajoz se han incrementado en un 17% en el último año y hasta un 64% desde el inicio de la crisis. Según los datos facilitados a este diario por el técnico de Cáritas Juan Antonio Morquecho, la oenegé católica ha proporcionado alimentos y ayuda económica para hacer frente a los gastos más básicos a un total de 7.513 familias de la comarca a lo largo de todo el 2012, el 85% de ellas de nacionalidad española. La mayor parte ha recibido comida, pero también dinero para pagar las facturas de agua, luz y gas o incluso comprar medicinas.

"El perfil ha cambiado completamente. Antes a las oficinas llegaban más personas inmigrantes o en riesgo de exclusión, pero ahora vienen sobre todo matrimonios jóvenes en el paro y sin ingresos y personas mayores que aunque cobran su pensión, han tenido que acoger de nuevo a sus hijos en casa", apunta Morquecho. El técnico explica que la mayoría de los hogares reciben alimentos básicos, pero que son cada vez más los que solicitan además ropa, zapatos, medicamentos y material escolar o ayuda económica para pagar el agua, la luz o el gas. "Pagamos pequeñas cantidades, no la factura entera porque no podríamos afrontarlo", afirma Morquecho, que aclara que la prestación de ayuda depende de los recursos de la parroquia. También en base al tamaño y el presupuesto disponible, se organizan programas de inserción laboral (en 2012 se celebraron 24 talleres en los que participaron 111 personas) y actuaciones de ocio y apoyo escolar (han trabajado con 145 niños).

Aunque no al mismo ritmo, Cáritas destaca que al tiempo que crecen las necesidades, aumentan también las donaciones. Según datos facilitados por Juan Lucena, técnico de Administración de la entidad, el presupuesto de la oenegé ha pasado de 546.300 euros en 2009 a los 731.600 actuales, un 34% más. Las cantidades provienen de las colectas religiosas, la Coferencia Episcopal y las aportaciones particulares.