Convivir en un entorno urbano limpio. Esto es lo que quiere un grupo de jóvenes emeritenses que ha decidido plantar cara a la suciedad y organizar batidas puntuales para recoger los residuos que otros tiran al suelo sin conciencia alguna. El resultado, tras dos salidas para limpiar en diferentes puntos de la ciudad, ha sido de 37 bolsas llenas de basura y la intención de seguir adelante con esta iniciativa altruista tan necesaria en los tiempos que corre y que ha sido muy aplaudida por parte de la ciudadanía a través de las redes sociales. Jorge Niso es uno de sus principales artífices y relata cómo surgió la idea: «Un día estábamos paseando un grupo de amigos por la calle y nos íbamos encontrando mucha basura por el suelo, así que decidimos quedar y hacer una recogida».

La primera salida la realizaron a comienzos del mes de julio por el entorno del embarcadero y debajo del puente Lusitania, que «estaban sucios y los dejamos bastante limpios». De hecho, en un tramo de apenas 150 metros de distancia, y con la participación de ocho jóvenes, lograron llenar siete bolsas de basura en poco más de una hora. Aunque les preocupa especialmente el tema del plástico, también recogieron vidrios y demás residuos.

La repercusión tan positiva que tuvo esta acción de civismo en las redes sociales hizo que decidieran llevar a cabo el pasado martes otra salida, esta vez por la conocida como zona de ‘la curva’, próxima al río, y en esta ocasión la asistencia aumentó considerablamente llegando a participar casi 40 jóvenes, en su mayoría de unos 20 años, aunque también hubo algún adulto que colaboró con la causa, obteniendo un ‘botín’ de unas 30 bolsas de basura.

Alejandra Hernández, propietaria de la empresa emeritense de complementos para viajeros Jetlag Travel Shop, quiso colaborar en esta iniciativa aportando las bolsas de basura de la segunda batida, además de ayudar en la recogida de residuos. Esta joven emprendedora, de 24 años, sostiene que desde la empresa han lanzado una línea de mochilas cuyos fondos se van a destinar a proyectos sostenibles. Hernández explica que participó en esta propuesta como persona física y jurídica, ya que durante el tiempo que estudió fuera de la ciudad también participó en otras batidas para la recogida de plásticos.

«La iniciativa me parece estupenda, ahora que he vuelto a Mérida estoy super encantada de que la gente joven de aquí también se quiera involucrar en estos proyectos», afirma la empresaria. A su juicio, aún falta conciencia por parte de la ciudadanía con respecto a la limpieza y al cuidado del medio ambiente. De hecho, pese a que recogieron numerosas colillas del suelo, al poco de irse de la zona de ‘la curva’ ya había gente tirándolas de nuevo.

«Sí es verdad que cuando hicimos la batida mucha gente que pasaba nos vio y nos dijeron que les parecía muy bien la iniciativa, pero a ver si a la próxima se va uniendo más gente de todas las edades y se van concienciando más personas, porque es verdad que la gente anda un poco escasa de reciclaje y concienciada con estos temas», sostiene.