El calendario de despidos de los 87 trabajadores de la empresa corchera Arcobel se empezó ayer a cumplir con la salida de seis trabajadores, los que estaban de baja de larga duración, los primeros de una larga lista y a los que seguirán 27 el 31 de abril, 11 en mayo, 3 en junio, 2 en agosto y 35 en diciembre, con lo que el grueso de trabajadores se irá antes del verano.

Pero a pesar de que está en marcha el expediente de regulación de empleo con extinción de contratos la producción sigue siendo normal en la empresa, incluso se está haciendo acopio de material terminado para no perder la cartera de clientes y no se ha cerrado la empresa comercializadora que el Grupo Sabaté-Diosos, propietario de la Arcobel, tiene en Estados Unidos.

El secretario general de la Federación del Metal, Construcción y Afines, Miguel Angel Rubio, señaló ayer que le daba la impresión de que el expediente presentado por Arcobel tiene como objetivo rebajar los costes laborales de los trabajadores, que en estos momentos gozan de uno de los convenio colectivos más altos del sector, superior al nacional en unos 3.000 euros al año, y una vez conseguido esto "puede aparecer un industrial de un país cercano, abrir la empresa y recolocar a los trabajadores con unas condiciones laborales inferiores, batalla que hemos perdido".

En esta sentido, el responsable provincial, Elías Mateos, manifestó su sorpresa por la petición que el asesor de la empresa hizo al comité de trabajadores la pasada semana: que el expediente de regulación de empleo se alargará un mes, hasta enero, para poder responder a los pedidos de los clientes, a lo que se negó.