Al fin será una realidad. El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha comenzado las obras de construcción del nuevo búnker que albergará una de las máquinas de radioterapia donadas por la fundación Amancio Ortega. Los usuarios ya pueden ver el cartel informativo a las puertas del Hospital de Mérida, que no obstante aún seguirá algunos meses más prestando servicio a los pacientes oncológicos con el aparato actual.

La inversión de los trabajos será de 673.406 euros y han sido adjudicados a la constructora Imesapi, que ha realizado una rebaja del 13,2% sobre el precio de licitación. El contrato se adjudicó el pasado 24 de octubre. El búnker es un espacio necesario para los hospitales donde se llevan a cabo tratamientos con radioterapia, pues su función es impedir el paso de las radiaciones que emiten los aceleradores lineales. El centro emeritense ya cuenta con un búnker especial de hormigón armado de alta densidad donde se ubica el acelerador actual, pero para no dejar sin servicio a los usuarios (la instalación de un nuevo acelerador puede extenderse meses, ya que es necesario «calibrar bien el aparato para que emita las radiaciones del tumor sin producir efectos adversos») el SES ha optado por construir uno nuevo.

Además del espacio para el acelerador, incluirá sala de control, zona de espera de camillas y vestuarios para pacientes. Cabe destacar que se le dotará de las instalaciones y equipos necesarios de climatización, electricidad, iluminación, gases medicinales, red voz-datos, red contra incendios, agua fría, agua caliente sanitaria y desagües.

El acelerador lineal que llegará en los próximos meses incorporará «las últimas tecnologías existentes» (el actual superó hace varios años su vida útil y ha recibido multitud de quejas de los pacientes por las averías sufridas) y es uno de los aparatos que Extremadura va adquirir con la donación de 13 millones de euros que la fundación Amancio Ortega hizo a la sanidad extremeña en el año 2017.