Ya han pasado cinco años y medio desde que unas imágenes íntimas convulsionaran la ciudad. Ayer comenzó a las diez de la mañana el juicio contra David Crejo, que está acusado por supuestamente robar fotografías comprometidas de uno de los ordenadores del bufete de Angel Acedo, aprovechando que la empresa en la que trabajaba se encargaba del mantenimiento de los equipos informáticos del citado despacho, y difundirlas por internet. En ellas se podía ver al abogado, a la exconcejala Gloria Constantino y la procuradora y presentadora de televisión María del Mar Pérez de las Heras manteniendo relaciones sexuales.

Al cierre de la edición de este diario aún no había terminado el juicio, que se celebró a puerta cerrada por decreto de la jueza del caso, pero aún faltaban testigos por intervenir, por lo que se espera que la sesión termine hoy. El acusado se enfrenta a nueve años de prisión; cinco por un delito de descubrimiento y revelación de secretos, y otros cuatro por un delito continuado en relación con el anterior.

El fiscal, en sus diligencias previas, solicita además que el acusado indemnice a la presentadora de televisión con 100.000 euros y al abogado y la exconcejala con 80.000 euros.

En total estaban llamados a testificar 14 personas, entre ellas los tres implicados, y los dos hermanos del acusado. También intervinieron algunos de los agentes de la Guardia Civil que se encargaron de investigar el caso, entre ellos miembros del departamento de delitos telemáticos de la Unidad Central Operativa (UCO). Algunos de ellos lo hicieron a través de videoconferencia desde Madrid.

El juicio ha comenzado con años de retraso, después de que el abogado de la defensa renunciara unos días antes del primer juicio, lo mismo que ocurriera posteriormente con varios letrados asignados de oficio.