Camino de Santiago

Lo tienen bien montado. Llevan un coche escoba que conduce Laureano Ingelmo para recoger las bicicletas al término de la jornada, y otro que se queda en el lugar de partida para los que van a pie. Los que hacen las etapas tenían al final que notificarlas en las postas para obtener 'La Compostelana' (una justificación de haber hecho el camino) y firmaban en cada lugar de su recorrido. Andando van Manuel Balastegui , Francisco Robustillo y Angel Gordillo , unos 15 o 20 kilómetros por caminos y sierras que en más de una ocasión, creyeron estar perdidos.

Naturalmente, los de las bicicletas hacían más distancias. Al término de la jornada Laureano Ingelmo los recogía. Volvían lo andado, a por el coche que se había llevado Angel Gordillo hasta el hostal que tenían reservado para darse una buena ducha y comer una fabada o un pote gallego de menú de 9 euros. Dormir, en habitaciones dobles, de unos 25 o 30 euros, que pagaban cada uno de su faltriquera. Así todas las jornadas hasta llegar a Santiago de Compostela. A las doce de la mañana oyeron misa en la Catedral de Santiago, se dieron una vuelta y cumplido el cometido, hicieron una preciosa excursión con la que, dice mucho en su favor, viajaron hasta el límite de Galicia y Asturias, a un pequeño pueblo llamado Santalla d'Ozcos (Santa Eulalia de Osco). Luis María González preguntó cuando celebraban la fiesta, y confirmaron que el 10 de diciembre. Buen detalle. Era en honor a nuestra Mártir.

Un año más que el alcalde de Mérida cumple con esta tradición santificadora para ponerse en su despacho a cumplir con sus obligaciones puro y santificado. Si ahora le pides un certificado, lo mismo te da una solemne bendición, levantando la mano derecha, naturalmente, y diciéndote: Benedicat vos omnipotens Deus, Pater, et Filius, et Spiritus Sanctus. Amen.