La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) sigue luchando contra el camalote. La entidad organizó ayer, junto a Cruz Roja, una jornada en la que un grupo de voluntarios participó en las trabajos de extracción esta especie invasora de origen amazónico que reapareció en las aguas de Mérida y la comarca el pasado mes de junio. Los técnicos de la CHG ya han reconocido que será imposible erradicarlo por completo, pero con iniciativas como la de ayer, buscan la implicación de los ciudadanos para que aprendan a detectar la planta con el objetivo de ayudar en las tareas de limpieza o al menos, avisar a la autoridad competente en el caso de detectar nuevos focos, sobre todo aquellos que viven cerca del río.

Así lo explicó a este diario la coordinadora provincial de Cruz Roja en Badajoz, Ana Pavón, que señala que el camalote o jacinto de agua "se ha convertido en una plaga" para el río Guadiana, sobre todo en el término de Mérida. "La colaboración ciudadana es indispensable, y el objetivo es que los vecinos puedan reconocer la planta para ayudar a limpiarla o al menos, avisar para que los técnicos procedan a su retirada", señala.

En ese sentido se organizó la actividad que tuvo lugar ayer, en el marco del convenio suscrito entre la CHG y Cruz Roja el pasado seis de octubre. Un grupo de voluntarios participó en los trabajos de extracción que viene realizando la CHG. Según Pavón, la iniciativa fue muy positiva y no descarta que puedan realizarse otras sucesivas.

7.000 TONELADAS Según informó la CHG, desde que comenzaran las tareas de limpieza el pasado mes de junio, se han eliminado un total de 7.490,45 toneladas de camalote. De ellas, 6.711 han sido extraídas con maquinaria --dos retroexcavadoras y tres camiones-- y el resto, 779,45, de forma manual. Para llevar a cabo los trabajos, el organismo cuenta con un total de 61 operarios y 11 embarcaciones. Una vez extraído, el camalote se deposita con carácter general en vertederos.

Los trabajos mencionados se complementan con labores de prevención (limpieza, de embarcaciones de usuarios, etc.), vigilancia, detección, retirada de focos de infección y educación. Debido a que se encuentra fuera de su hábitat, en el río no existen otras especies que frenen la propagación del camalote. Este impide que llegue luz y oxígeno al agua y obstruye los conductos de entrada y salida de la misma.