Las asociaciones de vecinos Covadonga, San Andrés y San Bartolomé mostraron ayer su apoyo a los vecinos de Santa María, que se han quejado de las molestias diarias y la falta de seguridad que, a su juicio, les supone la ubicación de la parada de taxis junto a la concatedral de Santa Maria. En opinión de todas estas asociaciones vecinales, este "es el sitio menos indicado para poner una parada de taxis".

Los motivos fundamentales, argumentan, son de carácter estético, ya que "afean la fachada de la concatedral, ensuciando y estropeando el pavimento de granito y perjudican la celebración de cualquier acto religioso". Además, consideran que "es un peligro para la circulación que discurre por la plaza de España, por las continuas maniobras que realizan los taxis, invadiendo la calzada para su colocación en batería". También se quejan de la "inseguridad" que genera en el centro, ya que quienes pasean por las zonas peatonales "se ven sorprendidos por taxis que van a una velocidad inadecuada y les obligan a esquivarlos".

Por todo ello, afirman que esta parada "perjudica el uso y la contemplación" de este "edificio singular", piden al alcalde de Mérida, José Angel Calle, que "reaccione y traslade la parada a su anterior emplazamiento", en la calle Félix Valverde Lillo.