En la sentencia se señala que los acusados, en distintas declaraciones, reconocen que subieron las fotografías a internet "para que toda Mérida pudiera verlas" y por "diversión".

Tanto Manuel Carmona como Juan Angel Jiménez manifestaron que, además de las páginas que usaron para colgar las imágenes, utilizaron unos servidores durante tres días, ya que eran gratuitos y las páginas dejaban de funcionar.

Los acusados aseguraron también que tras colgar durante tres días las imágenes en internet decidieron quitarlas inmediatamente para minimizar el daño, porque le avisaron unos amigos.

El juez considera que el ánimo ilícito de los acusados se evidencia porque publicaron las fotos en internet intentando en todo momento ocultar su autoría, así como dificultar que las imágenes fueran borradas, ya que, como reconocieron los acusados, volvían a colgarlas cuando se daban cuenta de que las páginas en las que se encontraban eran cortadas. También señala la sentencia que la publicación se hizo de forma conjunta.