El juzgado de lo Penal número 2 de Mérida condena a David Crejo a cinco años de prisión por un delito de descubrimiento y revelación de secretos y a tres años más por un delito de descubrimiento de secretos. Se trata de la sentencia por el robo y la difusión de fotos íntimas de carácter sexual en el verano del año 2004 en las que aparecían el abogado Ángel Acedo (hermano del exalcalde de Mérida Pedro Acedo), la entonces concejala popular Gloria Constantino y la procuradora María del Mar Pérez de las Heras. La sentencia aún no es firme y cabe recurso ante la Audiencia Provincial.

Además, en concepto de responsabilidad civil, condena al acusado y de forma subsidiaria a la empresa Grupo Informático Mérida S.L, a abonar 120.000 euros a la procuradora Pérez de las Heras, 100.000 euros Constantino y otros 100.000 a Ángel Acedo; así como las costas del proceso.

El fallo, que ha sido notificado hoy, considera hechos probados que David Crejo accedió entre los días 14 y 15 de julio de 2004 al ordenador personal de Ángel Acedo. Para eso, empleó las claves y contraseñas de las que tenía conocimiento como empleado de la empresa Grupo Informático Mérida S.L., encargada del mantenimiento de los equipos informáticos del bufete del abogado. Acto seguido, visionó sin autorización varias fotografías de explícito contenido sexual en las que aparecían los tres aludidos y "procedió a la grabación de las mismas en soporte informático, y una vez en su domicilio, en hora no determinada del día 29 de julio de 2004, desde su ordenador personal, y con ánimo de menoscabar la imagen pública de las personas que aparecían en las fotografías, procedió a difundirlas a través de la página de Internet www.iespana.es/unsueno". Al mismo tiempo, envió "correos electrónicos masivos" con las citadas imágenes a empresas y entidades de la ciudad, lo que motivó una enorme repercusión pública. Como consecuencia de estos hechos, señala la sentencia, "los tres perjudicados, personas de cierta relevancia social en la localidad y muy conocidas públicamente, pacedieron un grave sufrimiento moral y nefastas consecuencias en su vida persona, familiar y profesional".

El juzgado declara probado que, una vez denunciados los hechos e iniciadas por Ángel Acedo las actuaciones tendentes a evitar la difusión de las fotografías y a identificar a su responsable, el acusado accedió al ordenador personal del abogado y "desde su domicilio y por un periodo de tiempo no exactamente determinado, pero comprendido entre los meses de agosto y septiembre de 2004, interceptó hasta un total de cuarenta y ocho mensajes de su correo electrónico".