Ya se ha convertido en todo un clásico navideño. La San Silvestre de Mérida, una carrera popular en la que participan mayores y pequeños, celebró ayer su décima edición en una mañana marcada por el deporte y la diversión. Paco Rivero, el presidente del club atletismo Mérida, que organiza el evento, destacó que este año la participación ha sido de unos 1.400 corredores, una muy buena cifra teniendo en cuenta que cada vez hay más carreras de este tipo en otras localidades de la región.

La novedad de este año fue el cambio de horario, dejando atrás la carrera nocturna para desarrollarse por la mañana. Como suele ser habitual, muchos de los corredores acudieron disfrazados, además, se entregaron diplomas a los 10 mejores disfraces individuales y a los cinco mejores de grupo.

El punto de salida de las carreras fue la avenida Juan Carlos I y se celebraron cuatro pruebas según las modalidades: Peques C (prebenjamín y benjamín), Peques B (sub.14 infantil y alevín), Chupetines y Absoluta (Desde cadete hasta veterano, nacidos en 2005 y anteriores). Al finalizar el recorrido se fueron entregando los trofeos a los tres primeros clasificados de cada carrera, masculino y femenino. Cabe destacar que en la organización del evento colaboraron Guillén sport, la peña madridista de la barriada de la Antigua y el ayuntamiento emeritense.