Harto e indefenso. Así se siente José Luis Díaz Gallardo, propietario de un quiosco de prensa y golosinas ubicado en la Avenida de las Américas esquina con la calle Antonio Campos, muy cerca del hospital, que ha sufrido más de sesenta robos desde que se instaló allí hace más de veinte años.

El último hurto lo sufrió la madrugada de ayer, cuando los cacos, que ya han sido detenidos, hicieron un agujero en la ventanilla del quiosco y se llevaron algunas cosas, también recuperadas. Los ladrones se habían apoderado de la caja registradora y algunas monedas de las antiguas pesetas que guardaba allí. Falta seguridad, insiste, pero lo peor no es tanto la cuantía económica como "los destrozos, porque nadie quiere asegurar el quiosco", comentó ayer tras presentar la pertinente denuncia.