El colegio público Dion Casio retomó ayer las clases "con total normalidad" tras el incendio sufrido el pasado 24 de diciembre y que ocasionó importantes daños materiales en las instalaciones. Según informa el director del centro, Manuel Marín, todavía no han finalizado todos los trabajos de adecuación, por lo que se han tenido que habilitar de manera provisional tres salas que estaban destinadas a clases de apoyo como aulas para cursos de Educación Infantil.

No es la primera vez que se producen esta clase de incidentes en este colegio emeritense, que cuenta con unos 200 alumnos matriculados este año, y por ello desde el equipo directivo han solicitado al Ayuntamiento de Mérida que contemple más medidas de seguridad. "Pedimos que nuestro colegio no se convierta en un patio de recreo durante los fines de semana y las vacaciones", sostiene Marín, quien a su vez señala que el edificio "no tiene un acceso fácil porque todo el perímetro está cerrado, pero aún así se hace un uso habitual y continuado de las pistas y los espacios de juego".

Con respecto a los trabajos de adecuación de los espacios afectados por las llamas, cabe señalar que aún no se han dado por finalizados. En concreto, la sala de profesores sigue estando "completamente destruida", por lo que habrá que pintar las paredes e instalar de nuevo toda la carpintería exterior e interior, además de reponer el mobiliario y la instalación eléctrica.

Según informó en su momento la Junta de Extremadura, unos individuos accedieron al interior del centro en torno a las cuatro y media de la tarde del día de Nochebuena y robaron seis tablets de los estudiantes, así como más de una veintena de ordenadores. El fuego, que presuntamente fue intencionado por los propios ladrones, se habría iniciado en la sala de profesores y afectó a varias estancias. Un vecino de la zona alertó de que salía humo por una parte del tejado, lo que provocó que se activase por parte del Servicio de Urgencias y Emergencias 112 Extremadura el dispositivo para iniciar las labores de extinción.

El Gobierno regional inició los trabajos de limpieza y reparación de los daños ocasionados el día siguiente de que se produjese el incidente. En este sentido, y según las estimaciones iniciales de la Consejería de Educación, el coste de las actuaciones podría alcanzar los 60.000 euros.